El esperanto es una lengua internacional y planificada, desarrollada con el objetivo de servir de medio de comunicación común por encima de las diferentes culturas, con una característica distintiva: su neutralidad, la ausencia de privilegios para los hablantes de un idioma nacional concreto.
Se basa en la regularidad y la internacionalidad. Las raíces de origen indoeuropeo proporcionan internacionalidad al léxico, sin embargo, la verdadera clave de la facilidad de aprendizaje del esperanto no es su vocabulario, sino su estructura.
En esperanto las reglas gramaticales no tienen excepciones, los elementos que forman las palabras son intercambiables y las terminaciones nos indican si una palabra es sustantivo, adjetivo, verbo, etc. Por ejemplo, el verbo en infinitivo siempre termina en -i, el substantivo en -o, el adjetivo en -a y el adverbio en -e. Por tanto, conociendo la palabra kisi (besar), conoceremos también kiso (beso), kisa y kise (adjetivo y adverbio inexistentes en castellano). Podemos traducir kisa por «relativo al beso». Y la frase mi salutis lin kise debe ser traducida por medio de una paráfrasis: lo saludé con un beso.
Es muy habitual la formación de palabras compuestas, como kapsaluti [kap/salut/i] (saludar con la cabeza).
Si una lengua que se pretende internacional no es extraordinariamente fácil sin dejar de ser flexible, más vale que cerremos la tienda. ¿Qué tiene el esperanto que no tengan las demás lenguas? La respuesta es sencilla: regularidad, independencia e invariabilidad de los formantes de la palabra y análisis inmediato de las funciones gramaticales o -para entendernos- en el esperanto no hay excepciones, los elementos que forman las palabras son intercambiables y las terminaciones nos indican si una palabra es sustantivo, adjetivo, verbo, etc.
Los once morfermas gramaticales del esperanto (-o = substantivo, -e = adverbio, -j = plural, -n = acusativo, -i = infinitivo, -as = presente, -is = pasado, -os = futuro, -us = condicional, -u = imperativo y subjuntivo) invariables e intercambiables facilitan enormemente el aprendizaje y, sobre todo, la comprensión de la lengua. La estructura transparente tan propia del esperanto se debe en principio a estos once morfemas, porque el principio tal morfema, tal función proporciona claridad de forma sencilla.
A partir de la raíz obtenemos las categorías gramaticales (sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio, etc.). Por ejemplo de la raíz flor- obtenemos floro (= flor, sustantivo), flora (= floral, adjetivo), flori (= florecer, verbo), etc.
Un estudiante de esperanto aprende por vía lógica una sola forma para cada concepto principio – inicial – empezar (komenco – komenca – komenci), mientras que un estudiante de español tiene que aprender tres formas distintas. Otro ejemplo de facilidad comparativa:
tribo – triba (tribu – tribal)
febro – febra (fiebre – febril)
maro – mara (mar – marítimo)
fero – fera (hierro – férreo)
salo – sala (sal – salino)
problemo – problema (problema – problemático)
homo – homa (hombre – humano)
nebulo – nebula (niebla – nublado)
El sistema de afijos es una de las mejores bazas del esperanto. Once prefijos y una treintena de sufijos estructuran la lengua y simplifican su aprendizaje al regularizar la formación de palabras. El ahorro que proporciona un sistema regular de afijos es enorme. Un ejemplo muy gráfico lo mostrará claramente: a partir de pork [cerdo], o [sustantivo], in [afijo que significa “sexo femenino”], ej [afijo que significa “lugar adecuado para”], id [afijo que segnifica “descendiente de”] y ar [afijo que significa “reunión, conjunto”] obtenemos: pork/o (cerdo), pork/in/o (cerda), pork/ej/o (pocilga), pork/id/o (lechón), pork/ar/o (piara). Como en esperanto las reglas recién aprendidas pueden aplicarse siempre y sin excepción, obtenemos la serie:
porko | kolombo | bovo | hundo |
porkino | kolombino | bovino | hundino |
porkejo | kolombejo | bovejo | hundejo |
porkido | kolombido | bovido | hundido |
porkaro | kolombaro | bovaro | hundaro |
que corresponde a la serie española:
cerdo | palomo | toro | perro |
cerda | paloma | vaca | perra |
pocilga | palomar | establo | perrera |
lechón | pichón | ternero | cachorro |
piara | bandada | rebaño | jauría |
Un estudiante de esperanto que aún no haya visto ni oído la palabra bovejo puede traducirla por lógica. Un estudiante de español jamás podrá deducir “cuadra” a partir de “caballo”.
Contra lo que muchos piensan, en el esperanto no hay nada artificial, porque en propiedad combina elementos y estructuras de diversas familias de lenguas naturales, pero desembarazándose del peso muerto que las lastra en fonética, morfología y sintaxis. El esperanto no es una lengua artificial en oposición a las lenguas naturales, sino una lengua más sencilla, pero tan natural como las demás: tanto el esperanto como el castellano son lenguas creadas y practicadas por personas, no por máquinas; tanto en esperanto como en castellano, el caudal léxico procede de lenguas anteriores.
Cuando un niño pequeño dice en español: “Se ha rompido, “El caballo y la caballa”, “Ayer andé mucho”, etc; no hace sino seguir el proceso natural de regularizar la lengua: una regla aprendida se aplica siempre, exactamente como en esperanto. Precisamente este rasgo repetitivo es lo que hace “naturales” a las lenguas naturales.
Gracias a la regularidad del esperanto, el estudiante sabe que lo que aprende en un contexto es aplicable siempre y sin excepción a cualquier otro contexto similar. Como todas las estructuras son generalizables, el esperanto satisface nuestro deseo sicológico de facilidad y coherencia al expresarnos en una lengua extranjera.
Con la lógica como único límite, todo hablante puede crear sus propias palabras de acuerdo a unas pocas reglas y ser comprendido por los demás hablantes.
Es habitual que dos esperantistas de distintas nacionalidades dialoguen siempre en esperanto, incluso si comparten varias lenguas aprendidas comunes. No se debe a la casualidad o a su apoyo al ideal de la lengua internacional, sino a motivos prácticos de comodidad. El esperanto tiende a lo que podríamos llamar “el valor medio”, es decir, su estructura aislante-aglutinante no resulta extraña a hablantes de las más diversas procedencias lingüísticas. La singularidad de que en esperanto las palabras no vengan dadas en su totalidad, sino que en la mayoría de los casos se tenga la posibilidad de crearlas a partir de elementos independientes y autónomos, hace que el hablante este siempre construyendo la lengua. Por ejemplo, “cuadra” en castellano es una palabra dada; un extranjero que la necesite en su conversación la sabe o no la sabe, pero nunca puede construirla lógicamente. Si no la sabe, conseguirá como máximo perífrasis del tipo “la casa de los caballos” o “el lugar donde están los caballos” para conseguir hacerse entender. Un esperantista que solo conozca la palabra hundo [perro] y la tabla de afijos únicamente tendrá que pensar con lógica para llegar a la conclusión de que hundejo (de hund [perro], ej [lugar adecuado para], y o [substantivo]) significa necesariamente “perrera”. Estos procesos lógicos son absolutamente imprescindibles para una lengua que se pretende internacional.
El esperanto se caracteriza por su claridad -factor importantísimo en una lengua de ámbito internacional-, sencillez, flexibilidad y transparencia de los elementos que integran las palabras. Si en el esperanto no hubieran confluido el valor idealista de una lengua universal igual para todos y el valor práctico de ser un sistema lingüístico fabuloso, no habría durado ni diez años. El esperanto no ha sobrevivido a otros novecientos once proyectos de lengua artificial por casualidad, sino porque es el mejor de todos y porque continúa insuperado.
Al igual que otros alfabetos latinos, el del esperanto está adaptado a las necesidades propias del idioma. Igual que en castellano N y Ñ son dos letras distintas, también en esperanto existen letras que se diferencian en un signo diacrítico:
A B C Ĉ D E F G Ĝ H Ĥ I J Ĵ K L M NO P Q R S Ŝ T U Ŭ V Z
La lengua se lee como se escribe, pues a cada letra le corresponde un solo sonido, y recíprocamente.
Las vocales del esperanto son las mismas cinco A, E, I, O, U del castellano normativo, checo, euskera, japonés, maya, serbocroata, swahili y otras lenguas.
Cada vocal es el núcleo de una sílaba distinta. Las palabras monosílabas no tienen acento. Las palabras polisílabas son siempre llanas (acento prosódico en la penúltima vocal, como en polaco):
ki-am [cuando, cuándo]
o-ri-o-lo [oropéndola]
di-a-man-to [diamante]
i-di-o-to [idiota]
ni-a [nuestro/a]
Se permite la elisión y sustitución por un apóstrofo de la vocal a del (único) artículo determinado la, y de la vocal o en final de palabra, y permaneciendo el acento en la vocal que ya lo tenía. (Así se ahorran sílabas y se obtienen palabras agudas -especialmente útiles en poesía y canto-, aunque las palabras resulten fonéticamente menos claras):
de la granda monumento = de l’ granda monument’ [del gran monumento]
Las consonantes B, D, F, K, L, M, N, P, S (siempre muy silbante y fina) y T tienen en toda posición el mismo sonido que en castellano normativo tienen en principio absoluto de palabra.
Las letras siguientes representan fonemas que existen en español bajo otra grafía o, como en el caso de la G y la R, bajo la misma grafía pero con sólo una parte de su valor fonético:
C Equivale a TS en “Lao-tsé”.
ceceo [mosca tse-tsé]
Ĉ Equivale a CH en “muchacho”.
ĉarlatano [charlatán]
G Equivale siempre (ante cualquier vocal) a la G suave de “gato”.
gitaro [guitarra]
Ĥ Equivale a la J en “hijo”.
ĥoto [jota (baile)].
J Representa el sonido breve diptongado de I, y equivale por tanto siempre (también ante vocal) a la Y en “ley”.
jogurtoj [yogures]
R Equivale siempre (también en posición inicial) a la R suave en “murmurar”.
rankoro [rencor]
Ŭ Representa el sonido breve diptongado de U, y equivale por tanto a la U de”aurora”.
Eŭropo [Europa]
Ĝ
como en | ||
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catalán | TG | viatge |
catalán | TJ | platja |
inglés | DG | Cambridge |
francés | DJ | adjoint |
italiano | G | giro |
portugués | DJ | adjectivo |
Es el sonido que damos en castellano a la Y tras L o N: el yunque, un yermo. Se pronuncia disponiendo los órganos de articulación (lengua, labios, dientes, paladar) en la boca exactamente igual que para la CH española, pero haciendo vibrar las cuerdas vocales en la garganta.
ĝibo [giba, joroba]
H
como en | ||
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alemán | H | Hund |
inglés | H | house |
Aspirada como en Andalucía la J en bajar o tejer.
Hongkongo [Hong Kong]
Ĵ
como en | ||
---|---|---|
alemán | DSCH | Dschunke |
catalán | J | justeja |
inglés | S | usual |
francés | J | jamais |
portugués | J | jà |
Su sonido es el de Y tal como se pronuncia ante vocal en Buenos Aires.
ĵurnalo [(un) periódico]
Ŝ
como en | ||
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alemán | SCH | schön |
catalán | X | caixa |
gallego | X | peixe |
inglés | SH | ship |
italiano | SC | pesce |
portugués | X | peixe |
Su sonido es el de la CH española en boca de algunos andaluces (“mushasho”).
Ŝekspiro [Shakespeare]
V
como en | ||
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alemán | W | Wein |
francés | V | vie |
inglés | V | vanity |
italiano | V | vita |
portugués | V | vida |
Es siempre labiodental y no debe confundirse con la B. Se pronuncia disponiendo los órganos de articulación (lengua, labios, dientes, paladar) en la boca exactamente igual que para la F, pero haciendo vibrar las cuerdas vocales en la garganta.
vivo [vida]
Z
como en | ||
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alemán | S | Rose |
catalán | S | rosa |
francés | Z | zéro |
gallego | S | rosa |
inglés | Z | zero |
italiano | S | rosa |
portugués | S | rosa |
Es el sonido que damos en castellano a la S ante consonante sonora, por ejemplo en “musgo”. Se pronuncia disponiendo los órganos de articulación (lengua, labios, dientes, paladar) en la boca exactamente igual que para la S española de “Sevilla”, pero haciendo vibrar las cuerdas vocales en la garganta.
rozo [rosa]
Por último, unos consejos para afinar más la pronunciación del esperanto:
Un sonido es fricativo cuando el canal formado por los órganos de articulación (lengua, labios, dientes, paladar) por el que pasa el aire no llega a cerrarse, produciéndose entonces una fricación (=frotamiento). Un sonido es oclusivo cuando el canal sí se cierra, produciéndose una oclusión (=cierre). En todas las lenguas de la Península, B, D, y G son oclusivas en posición inicial absoluta, pero se hacen fricativas cuando van entre vocales, es decir, la B de “bata” es oclusiva, mientras que la B de “la bata” es fricativa al no cerrarse del todo el canal por el que pasa el aire con los labios. Lo mismo para data/la data y gata/la gata, con el ápice y el dorso de la lengua respectivamente. Pues bien: en esperanto es preferible pronunciar B, D y G siempre oclusivas, incluso si van entre vocales, porque así se hace en la mayoría de las lenguas, incluidas francés, italiano y rumano. La excepción a la norma internacional no son las lenguas extranjeras, sino las ibéricas.
En esperanto se pronuncia todo. Debe evitarse con todo rigor la influencia de los hábitos fonéticos personales: pronunciar “ehperanto” en vez de esperanto, “jomo” en vez de homo [hombre, ser humano] (con hache aspirada), “dia-man-to” (tres sílabas) en vez de di-a-man-to [diamante] (cuatro sílabas), “bulpo” en vez de vulpo [zorro] (con V labiodental fricativa), etc., equivale al habla rústica en castellano. Los acentos nacionales suaves son tolerados gracias a la claridad del esperanto, pero los muy marcados resultan francamente vulgares. El mejor esperanto es siempre el de pronunciación más neutra