Es habitual la organización de encuentros, que a veces conservan el nombre tradicional de congresos. Los congresos de esperanto resultan fundamentales para la cultura esperantista porque en ellos se crea la ligazón emocional del hablante con la nueva lengua en un medio lingüístico concreto. Esta ligazón nunca podría darse en un aula, pues no basta conocer el idioma si ese conocimiento no se transforma en la voluntad de pertenecer a un colectivo lingüístico y cultural.
Además de las reuniones de trabajo y las ponencias de diverso tipo, tienen lugar en ellos actividades recreativas como conciertos, excursiones, presentaciones de libros, juegos…
Independientemente del ámbito de actuación de la asociación organizadora (local, nacional o internacional) los participantes suelen proceder de muy diversas partes del mundo por lo que tienen siempre un marcado carácter internacional.
Son muy populares el Congreso Universal de Esperanto (Universala Kongreso, UK), organizado por la Asociación Universal de Esperanto (Universala Esperanto-Asocio, UEA), y el Congreso Juvenil de Esperanto (Internacia Junulara Kongreso, IJK), organizado por la Organización Mundial de Jóvenes Esperantistas (Tutmonda Esperantista Junulara Organizo, TEJO)
Los congresos y festivales juveniles de esperanto, esencialmente lúdicos, son mucho más informales y divertidos.
La forma de utilizar oralmente la lengua esperanto es, evidentemente, distinta a la empleada en los idiomas étnicos o nacionales. En una comunidad tan dispersa como siempre ha sido la de hablantes de esperanto, es necesaria la celebración de encuentros organizados, en los que los hablantes puedan reunirse y hablar el idioma, si se desea un empleo masivo del mismo.
El nombre “kongreso” se sigue empleando incluso en la actualidad, para referirse a los encuentros en los que los hablantes de esperanto se reúnen de forma más o menos masiva para utilizar el idioma y conocer a otros hablantes. No siempre esos encuentros son formales, y en los últimos años dicha palabra se emplea menos habitualmente para denotar las convocatorias más espontáneas o familiares, por lo que en este texto trataremos también sobre éstos.
El esperanto nació por medio de un libro, y durante los primeros años la forma escrita constituyó la manera habitual de practicar el idioma, por medio de libros, revistas, correspondencia postal y medios similares. Poco a poco fueron creándose grupos de hablantes, pero los encuentros internacionales eran excepcionales.
En 1904 el grupo de Calais (Francia) invitó a los esperantistas ingleses y franceses a pasar unos días en la localidad para ver si funcionaría un encuentro internacional. El encuentro fue tan exitoso que se decidió convocar un encuentro internacional, más ambicioso, para el año siguiente. De esta forma, entre el 7 y el 12 de agosto de 1905 tuvo lugar en Boulogne-sur-Mer el primer Congreso Internacional de Esperanto. El encuentro reunió a 688 personas procedentes de 20 países, incluyendo el iniciador del idioma, el Dr. Zamenhof.
Es difícil sobreestimar la importancia de este 1er Congreso. En primer lugar, dio confianza a los hablantes de esperanto, que pudieron comprobar de primera mano que la lengua servía realmente para la comunicación internacional, que era posible comprenderse entre personas de distintas lenguas maternas, y expresar ideas y sentimientos sin barreras lingüísticas. Todas las partes del programa se desarrollaron en esperanto. El discurso inaugural del Dr. Zamenhof, que insistió en las ideas básicas de fraternidad entre los pueblos que se encontraban detrás del idioma, entusiasmó a los asistentes, y muchas de las frases del discurso son aún hoy en día empleadas por los esperantistas como frases hechas y como motivo de inspiración.
En Boulogne se discutió sobre el propio significado del esperanto. Se trató ahí si había que considerar al esperanto como una lengua básica de comunicación o más bien como una idea basada en el internacionalismo. El debate se zanjó por medio de la denominada Declaración de Boulogne, aprobada durante el Congreso. En ella se definía el “esperantismo” como el esfuerzo por difundir en todo el mundo el uso de una lengua neutral que sirva para la comprensión mutua entre personas de distintas lenguas, y que, sin imponerse en la vida interna de los pueblos y sin pretender expulsar a las lenguas nacionales existentes, daría a la gente de diferentes naciones la posibilidad de comprensión mutua y constante. Se declaraba que una lengua internacional solo puede ser una lengua artística (artificial), y que la más adecuada en todos los aspectos ya había resultado ser el esperanto. También se indicaba que cualquier otra idea o esperanza que cada esperantista asocie individualmente con el esperantismo, es cuestión puramente privada, de lo que no responde el esperantismo. Y, finalmente, que se podía llamar esperantista a cualquier persona que sabe y utiliza la lengua esperanto sin importar el objetivo. En resumen, se daban por válidas ambas visiones del esperanto: la de los que veían una idea detrás de la lengua, y la de quienes simplemente la querían utilizar para actividades prácticas.
También se debatió sobre la posibilidad de reformas en la lengua y sobre la evolución de la misma. A tal fin la Declaración de Boulogne decidió que la única base fundamental obligatoria para siempre y para todos los hablantes es el llamado “Fundamento de Esperanto”, formado por los primeros textos del Unua Libro, la gramática, ejercicios y diccionario, más un prólogo del Dr. Zamenhof. Este fundamento, con la base del idioma, es intocable, aun hoy en día, pero fuera de él se permite la evolución natural del idioma. Además, el Dr. Zamenhof declaró que a partir de ese momento cedía los derechos personales relacionados con la lengua al mundo entero. Se creó en el congreso un “Lingva Komitato”, con hablantes expertos del idioma, para guiar la evolución de idioma, que sería la base de la posterior Akademio de Esperanto.
Los esperantistas también trataron temas organizativos, a nivel internacional, pero las distintas visiones sobre el esperanto y el movimiento esperantista, y los personalismos entre los principales dirigentes, causaron que los avances en ese sentido fueran mucho más modestos, y las decisiones fueron poco efectivas.
Se crearon también los elementos simbólicos representativos del movimiento esperantista. El congreso incluyó también discursos, reuniones, presentaciones culturales, obras de teatro, etc. y en muchos sentidos creó el modelo para encuentros posteriores.
El éxito de ese Primer Congreso fue tal que se decidió repetir la experiencia todos los años a partir de entonces, cada vez en una ciudad distinta. El segundo congreso tuvo lugar en 1906 en Ginebra, el tercero al año siguiente en Cambridge y el cuarto en Dresde.
El 5º Congreso Internacional tuvo lugar el año 1909 en Barcelona. Asistió también el Dr. Zamenhof, que fue condecorado por el rey Alfonso XIII. El gobierno español apoyó la celebración del Congreso, entre otras razones para dar imagen de normalidad en el país, ya que poco antes había tenido lugar en dicha ciudad los disturbios conocidos como la “Semana Trágica”.
El Dr. Zamenhof continuó participando en los congresos (llamados a partir esos años “universales”), aunque desde 1912 tomó un papel menos protagonista, entre otros motivos para tener más libertad para desarrollar sus propias ideas sociales y filosóficas.
En el año 1914, con ocasión del 10º Congreso se planeó un encuentro muy ambicioso, en París, entonces la capital cultural del mismo. Se pretendía dar el empuje definitivo al idioma y el movimiento esperantista. Desgraciadamente, el día anterior se declaró la Primera Guerra Mundial, por lo que el congreso no llegó a celebrarse, y se rompieron las esperanzas depositadas.
Tras la primera Guerra Mundial, no obstante, el movimiento esperantista renació y se recuperó, y se continuó con la tradición de los Congresos Universales, que, con la nueva excepción de la Segunda Guerra Mundial, continúan celebrándose todos los años hasta la actualidad. En España se han celebrado nuevos encuentros de este tipo en 1968 en Madrid y en 1993 en Valencia.
En Iberoamérica han tenido lugar Congresos Universales en Brasil (1981, 2002), Cuba (1990, 2010) y Argentina (2014). El congreso de 2018 tuvo lugar en Lisboa, con la participación de unos 1500 esperantistas procedentes de alrededor de 70 países.
Además de los Congresos Universales se celebran Congresos de muchos otros tipos y características. Otras asociaciones internacionales suelen celebrar sus propios congresos, normalmente abiertos también a hablantes del idioma que no forman parte de la asociación. Por ejemplo, la asociación anacional “Sennacieca Asocio Tutmonda” celebra todos los años desde 1921 un encuentro anual, que en el año 2019 tuvo lugar en Barcelona. También pueden mencionarse los congresos de ILEI (profesores de esperanto) (en 2018 en Madrid), los de ferroviarios (en 2019 en Málaga), los de católicos, etc.
Especial importancia tiene el Congreso Juvenil Internacional, que se celebra todos los años desde los años 40. Es habitual programarlo en fechas y lugares cercanos al Congreso Universal, para permitir combinar ambos (por ejemplo, en 2018 tuvo lugar en Badajoz, Extremadura, pocos días después del Congreso Universal de Lisboa), pero tiene un carácter mucho más informal y divertido. Lo organiza la asociación internacional juvenil de esperanto TEJO.
También las asociaciones nacionales, regionales o continentales suelen celebrar encuentros a los que se da el nombre de Congreso. En España se celebran encuentros de este tipo, que comenzaron en los años 20 del siglo pasado, y de forma ininterrumpido todos los años desde finales de los 40, cada vez en una ciudad española. Suelen atraer a alrededor de un centenar de personas, procedentes no solo de España, sino de otros países y continentes. También existen congresos catalanes, andaluces, y muchos otros.
En los últimos años, las facilidades para viajar internacionalmente y las mejoras de las comunicaciones, han ocasionado la multiplicación y diversificación de los encuentros de esperanto. Han aumentado los encuentros informales, los dedicados a la educación, la cultura, a la familia o al turismo. En este caso no se suele emplear el nombre de Kongreso, sino otros más informales como Renkontiĝo, Semajno, Festivalo, etc.
Algunos de los que tienen más tradición y se celebran de forma periódica son: la Internacia Semajno de la Kulturo kaj Turismo en localidades costeras catalanas, la Junulara Esperanto-Semajno, en los días de fin de año en Centro-Europa, la Kultura Esperanto-Festivalo en Escandinavia, los encuentros Arkones (Artaj Konfrontoj en Esperanto) de Poznan (Polonia), la Somera Esperanto-Studado para practicar esperanto en Eslovaquia, o la Renkontiĝo de Esperantistaj Familioj (REF), que reúne a familias con niños que hablan esperanto, y que ya ha alcanzado en 2018 su 40 edición. Son solo algunos ejemplos, de encuentros de hablantes de esperanto, que demuestran la vitalidad del uso cotidiano de la lengua internacional, y que permiten a cualquier principiante el practicar la lengua, conocer a otros hablantes y disfrutar de la cultura creada en esperanto.
Para saber más: La categoría Esperanto-renkontiĝoj de la Wikipedia en esperanto contiene información sobre encuentros esperantistas.